Entre tensiones internas, diplomáticos europeos se reúnen para apoyar a Ucrania

El jefe de Relaciones Exteriores de la Unión Europea encabezó el lunes una delegación de diplomáticos en una visita sorpresa a Kiev, en medio de rumores iniciales de desacuerdo internos en el bloque por su apoyo a Ucrania ante la invasión rusa, que a la postre fueron desestimados.

Si bien fue en gran parte simbólica, la reunión informal entre diplomáticos de la UE con sus pares ucranianos demostró “el claro compromiso” con Ucrania en la guerra que lleva ya 19 meses, declaró Josep Borrell.

“La UE se mantiene unida en su apoyo a Ucrania… No veo a ningún Estado miembro cediendo en ese compromiso”, dijo Borrell en conferencia de prensa en la capital ucraniana.

Es la primera vez que los cancilleres de la UE se reúnen en un lugar fuera del bloque, y en una zona de guerra, según Borrell.

El encuentro tuvo lugar luego de un fin de semana en que en Eslovaquia ganó las elecciones el ex primer ministro Robert Fico, cuyas posturas prorrusas han suscitado interrogantes sobre si el bloque continuará apoyando a Ucrania.

El pequeño país en el este de Europa podría llevar más tensiones a las conversaciones de la Unión Europea sobre Ucrania, como ha ocurrido con la actitud en ocasiones distante de Hungría hacia Kiev.

Budapest ha mantenido estrechos lazos con Moscú y se mostró en contra de proporcionar armas o asistencia económica a Ucrania. Eslovaquia también gestiona una crucial ruta ferroviaria utilizada para llevar equipamiento militar occidental a Ucrania.

Estados Unidos, la UE y Gran Bretaña han brindado un enorme apoyo militar y financiero a Ucrania, que le ha permitido plantar cara al ataque del Kremlin. Esa ayuda es crucial para la debilitada economía ucraniana y hasta ahora no tenía fecha de fin.

Sin embargo, ha crecido la incertidumbre sobre cuánto tiempo seguirán los aliados de Kiev enviando miles de millones de dólares o euros.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró el lunes a sus aliados que Washington seguirá dando apoyo financiero al esfuerzo bélico, después que el Congreso evitara un cierre del gobierno con un presupuesto de corto plazo que eliminaba la asistencia a Ucrania.