Costa Rica solicita al G20 apoyo para que el COVAX logre su cometido de distribución de vacunas

Millones de personas, principalmente las más pobres, esperan la vacuna contra el COVID-19 en numerosos países, en tanto que en otros hay inmunizaciones para toda la población, enfatizó este martes el jefe de Estado de Costa Rica en el debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU.

Carlos Alvarado Quesada precisó que sólo dos de cada diez personas en los países pobres o de renta media baja han recibido una primera dosis de la vacuna, mientras que en los países de ingreso alto ese número es de ocho.

“La desigualdad es abismal y trágica. La idea solidaria concretada en COVAX no ha logrado el alcance necesario, y el acceso a vacunas es absolutamente desigual”, insistió.

El mandatario añadió que todas las naciones, incluso las que han acumulado más vacunas, seguirán siendo vulnerables ante las mutaciones del virus o ante los estragos económicos de la pandemia hasta que se alcance un máximo de vacunación a nivel global.

“La promesa de COVAX debe cumplirse, y son los países desarrollados quienes pueden hacerla realidad”, recalcó refiriéndose a la iniciativa que busca la distribución equitativa de las inmunizaciones.

“En ese sentido, solicito el apoyo del G-20 para hacer de esto una realidad”, acotó Alvarado Quesada.

Absurdo

El presidente de Costa Rica dedicó buena parte de su discurso al cambio climático, tema para el que citó los datos del más reciente informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que indican que si las emisiones siguen creciendo al ritmo actual, a finales de este siglo la temperatura del planeta aumentaría en 4,4 grados centígrados, multiplicando la fuerza y frecuencia de los fenómenos extremos.

Destacó que, irónicamente, los países que menos carbono generan son los más afectados por la emergencia climática, como sucede con las naciones de Centroamérica.

“Los efectos extremos del clima provocan migraciones y hacen que los países en vías de desarrollo deban endeudarse para hacer frente a la adaptación y a la reconstrucción”, abundó y deploró que el gasto militar global siga aumentando mientras esto ocurre.

“¿Cómo es este absurdo posible? El futuro nos grita: ¡Menos armamento militar, más inversión en paz!”, añadió.

Alvarado Quesada llamó a “tener una ambición positiva para el futuro del planeta” como un imperativo para la supervivencia de la humanidad y urgió a todos los países a trabajar unidos para conseguir compromisos sustantivos en la próxima reunión sobre cambio climático COP26, en diciembre próximo, al igual que en las conferencias sobre biodiversidad y océanos que se celebrarán posteriormente.

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