La XXVII Cumbre Iberoamericana arrancó en Andorra con un formato semipresencial, en el que solo están presentes los mandatarios de España, Portugal, República Dominicana, Guatemala y la propia Andorra.
La Cumbre iba a celebrarse el pasado noviembre pero debido a la pandemia tuvo que posponerse. Tras algunas bajas de última hora, intervendrán los líderes de 16 de los 22 países de la región, entre los que no estarán los de Venezuela, México, Brasil, Nicaragua, El Salvador y Paraguay.
“Mis primeras palabras son de apoyo y solidaridad para las víctimas de la pandemia, una terrible pandemia que marcará la historia de este siglo. Es para Andorra un honor acoger la Cumbre como colofón al conjunto de reuniones y eventos que hemos organizado estos dos años”, dijo el jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, en su discurso de bienvenida.
La cita estará centrada en dar una respuesta común a la crisis derivada de la pandemia y se espera que los países reclamen de manera conjunta un acceso universal y equitativo a las vacunas. Además estará en el debate, el acceso a una financiación internacional rápida y flexible por parte de los países de renta media, clasificación a la que pertenecen la mayoría de los países latinoamericanos.
“Esta transformación digital del Espacio Iberoamericano, una transformación que sucedió con una rapidez casi imperceptible, es un gran logro para esta comunidad, y será sin duda uno de las principales contribuciones y principales legados que dejará Andorra”, dijo por su parte la exvicepresidenta de Costa Rica y Secretaria General Iberomericana Rebeca Grynspan.
También António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, se dirigió a los Jefes de Estado y de Gobierno durante la apertura de la sesión plenaria. Y aseguró estar “muy preocupado” porque haya países de renta baja que “aun no han recibido ni una dosis” de la vacuna contra la COVID-19.
