Este martes, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido declarada culpable y sentenciada a seis años en prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos por acusaciones de delito de administración fraudulenta durante los 12 años que gobernaron ella y su difunto marido, el expresidente Néstor Kirchner (2003-2015).
Aunque la vicepresidenta fue absuelta del cargo de ser jefa de una asociación ilícita.
Es la primera vez en la historia del país que un vicepresidente en funciones es juzgado y condenado por la justicia.
Sin emargo, el fallo no supone que la vicepresidenta entre inmediatamente a la cárcel, ya que primero debe ser ratificado por la Cámara de Casación y la Corte Suprema, lo que podría tardar años.
Kirchner goza además de fueros que impiden que sea arrestada hasta el 10 de diciembre de 2023, cuando concluye su mandato, y podrá presentarse a elecciones para un nuevo cargo en los comicios del año próximo, lo que podría extender su inmunidad.
La exmandataria fue acusada de haber otorgado obras viales millonarias a un socio y presunto testaferro, quien también fue condenado, al igual que otros siete exfuncionarios kirchneristas.