Luego de cinco días de constante tensión bélica entre el ejército de Israel y el grupo islamista Hamás que opera desde la Franja de Gaza, desde el Ministerio de Salud israelí se ha informado que solamente los civiles afectados por la ofensiva de Hamás y la respuesta militar podrán recibir atención en los hospitales públicos de la región. Esta declaración también cobija a los soldados hebreos.
La indicación para el personal médico nacional fue hecha por el ministro de la cartera de Salud, Moshe Arbel, quien aseveró además, que los terroristas de Hamás que se encuentren heridos serán atendidos por grupos especializados de la Fuerza de Defensa de Israel o del Shin Bet (encargado de los servicios de inteligencia).
El ministro Arbel señaló que “El Ministerio de Salud no tolera ninguna expresión de apoyo a las horribles masacres que cobraron la vida de cientos de israelíes”, enfatizando en que los agentes de inteligencia y FDI trasladarán a los miembros de Hamás que se encuentren lesionados a instalaciones militares o cárceles para su diagnóstico y consecuente detención.
Desde varias esferas del poder israelí bajo el liderazgo de Benjamín Netanyahu, se ha advertido al grupo Hamás que se prepare para las próximas contraofensivas que Israel planea realizar en las ubicaciones terroristas del movimiento armado islamista en la Franja de Gaza. De hecho, el premier israelí aseguró en su última declaración a la prensa que “cada miembro de Hamás es hombre muerto”.
Netanyahu, tras haber comparado nuevamente a Hamás con el Estado Islámico (ISIS), el ministro de Defensa hebreo, Yoav Gallant, señaló que “borraremos a Hamás de la faz de la tierra”, una declaración que demuestra la unidad política israelí en momentos de guerra. Por otro lado, el exministro de la misma cartera, Benny Gantz, aseguró que “Hamás es un enemigo que debe ser exterminado por todos los medios”.
Con los más de 1.000 muertos en Israel y más de 700 en la Franja de Gaza, según los últimos informes, el estado de Guerra del pasado 7 de octubre que declaró Israel tras conocerse el asesinato de más de 260 personas en el desierto de Néguev sitiado por Hamás, se ha convertido en una situación bélica que no se había visto durante los últimos 50 años en la nación judía tras la Guerra del Yom-Kippur en 1973.
